La confusión entre estos términos, incluso del desconocimiento de algunos de ellos, es habitual entre aquellas personas ajenas al sector o que nunca se han planteado la necesidad o los beneficios de estos tratamientos. Sin embargo, la motivación que se esconde detrás de estos tratamientos orientados a llevar a cabo retoques físicos son muy diferentes entre sí. En este artículo explicamos cuáles son las diferencias entre la cirugía plástica, la cirugía estética y la cirugía reparadora, así como cuáles son sus aplicaciones prácticas.
Para ello, lo primero que debes saber es que la cirugía plástica es una especialidad de la medicina que se divide a su vez en cirugía reparadora y en cirugía estética.
Cirugía estética
El objetivo de las intervenciones quirúrgicas y de los tratamientos englobados dentro de la especialidad de la cirugía estética es mejorar el aspecto natural de un cuerpo sano para aumentar el atractivo físico del paciente según sus deseos y expectativas.
Los pacientes de cirugía estética son mujeres en 80% de los casos y solicitan principalmente aumentos de pecho, lipoesculturas y rinoplastias. El 20% restante de los pacientes son hombres, que cada vez solicitan más este tipo de intervenciones que les permita mejorar su aspecto físico.
La cirugía estética también presenta modas y tendencias, y actualmente cada vez es más solicitado el aumento de glúteos mediante injertos de grasa autóloga (es decir, del propio paciente). Este tratamiento forma parte del lipofilling, también conocido como lipotransferencia, y que consiste en eliminar la grasa localizada de ciertas partes del cuerpo para mejorar otras del mismo paciente.
Si bien es cierto que dependiendo de la ciudad y del país, también se solicitan unos tratamientos que otros. La blefaroplastia asiática, por ejemplo, que consiste en suavizar los rasgos genéticos y raciales, es especialmente popular en países como Corea o Japón, pero debido al avance en esta subespecialidad y a la globalización, los tratamientos de cirugía de párpados y de blefaroplastia en Madrid cada vez son más solicitados, tanto por mujeres como por hombres.
Cirugía reparadora
La cirugía reparadora, también conocida como cirugía reconstructiva, se encarga de retocar y mejorar malformaciones congénitas, traumatismos, enfermedades y secuelas de otras cirugías como del cáncer. Su objetivo, por tanto, es recuperar y mejorar la correcta función de los órganos y tejidos afectados con una estética cuidada que minimice el impacto psicológico que pueda tener sobre el paciente.
Las zonas más habituales sobre las que actúa la cirugía reparadora son:
–Cuello y cabeza: aquí encontramos la corrección labio, mandíbula, orejas, y nariz por defectos genéticos (como el labio leporino o la microtia), así como la reconstrucción de fracturas, cicatrices y otras secuelas de operaciones, traumatismos y otros accidentes.
-En el tronco y pecho. Aquí hablamos principalmente de la reconstrucción de la mama después del cáncer, hernias, secuelas de la pérdida masiva de peso, la reducción de pecho o la reconstrucción de pared abdominal, entre otros.
-En los genitales. Son los tratamientos relacionados con el cambio de sexo, las prótesis testiculares, reparación de fimosis, reconstrucciones de vaginas y otras anomalías congénitas.
-Las extremidades. Se trata de las reconstrucciones postraumáticas y pos tumorales, reconstrucciones de hueso, reimplantes de extremidades y corrección de defectos congénitos, cono el síndrome del túnel carpiano o los problemas vasculares.
Dentro de los tratamientos de cirugía reparadora también hablaríamos del tratamiento sobre grandes quemaduras y úlceras.
Como puedes ver, el campo de la cirugía plástica es realmente amplio y está muy presente en nuestro día a día, tanto para aquellas personas que desean mejorar su atractivo como para aquellas que desean corregir las secuelas de un accidente, de una enfermedad o de una anomalía congénita.