Cuando te diagnostican un cáncer de mama el mundo se abre a tus pies y caes dentro. Se inicia un viaje a la incertidumbre. Ser consciente de algunos efectos secundarios de los tratamientos, la posibilidad de la recurrencia o el mito de que es una enfermedad incurable, son pensamientos que te acechan nada más escuchar el diagnóstico.
Esto se le une las sensaciones de incredulidad, las emociones desbordantes, los pensamientos catastróficos, la confusión, informar a la familia, al trabajo…todo ello contribuye a un bajo estado de ánimo.
Ayuda a los demás a estar mejor: ¡Comenta, comparte, difunde!
Distrés emocional
Aparece el distrés emocional y la presencia de pensamientos recurrentes.
Una vez superada la primera fase de asimilación del diagnóstico, muchas mujeres acuden al acompañamiento de un terapeuta o coach para concentrarse en vivir y cambiar de actitud ante el largo proceso que implica la recuperación.
Una manera de evitar la vulnerabilidad al estrés es el entrenamiento en Mindfulness que permite tener en cuenta todos los aspectos de la persona para descubrir las conexiones existentes entre la mente, las emociones y el cuerpo físico, e intentar encontrar las maneras de integrar estas diferentes partes de una manera armoniosa.
El Mindfulness está demostrado que reduce el sufrimiento de las mujeres y de los síntomas de depresión y estrés. Las mujeres que entran en grupos de meditación y Mindfulness mejoran y aumentan la calidad de sus relaciones sociales además de que mejoran su salud emocional.
Mindfulness nos ayuda a adaptarnos al cambio
Beneficios del Mindfulness en el cáncer de mama
¿Qué te permite el trabajo terapéutico basado en Mindfulness?
- En primer lugar cambiar el discurso de tu mente.
- Conocer la respiración como una herramienta que permite alcanzar claridad mental y mejorar el ánimo y la salud.
- Aprender a estar presentes y abstenerse de las reacciones automáticas.
- Conectar con tu vulnerabilidad para poder sostener el dolor.
- Orientarse en la dificultad explorando la experiencia corporal
- Regresar al cuerpo y no estar tanto en la mente.
- Hacerte responsable de tus cuidados a nivel físico, emocional y espiritual.
- Evaluar tu realidad para ponerte en acción y aplicar cambios en tus hábitos de vida como la alimentación, el sueño, el trabajo, las relaciones sociales tóxicas…
- Tomar conciencia de los factores emocionales que pueden estar contribuyendo a un estilo de vida poco saludable.
- No convertirte en paciente para pasar a ser un agente activo conectando con la salud proactivamente.
- Conectar con la intuición en conexión contigo misma.
- Ser capaz de aceptar el miedo.
- Reconocer tus creencias limitantes.
- Crear tu propio plan.
- Salir del modo piloto automático para explorar el viaje del cáncer y lo que el mindfulness puede ofrecerte.
El mindfulness permite tomarse el tiempo necesario para advertir los sentimientos presentes a lo largo de los diferentes estadios del tratamiento (que acostumbra a ser de varios meses, incluso años por las revisiones posteriores). A relacionarnos y responder de manera amable y compasiva ante las dificultades que puedan aparecer.
Mindfulness y la adaptación al cambio
La eficacia del trabajo en grupo
Se recomienda poder realizar el acompañamiento de 8 semanas grupal guiado por un terapeuta o coach. Este es un programa que representa un viaje amable y sensible para familiarizarnos con el cuerpo, el movimiento, la respiración y despertar la conciencia de nuestro corazón y mente.
La fuerza de realizar este acompañamiento en comunidad permite crear una confianza y compartir la experiencia.
Estos programas se basan en una reunión semanal dónde se practica de manera guiada por un instructor o terapeuta y luego hay un espacio para debatir las prácticas y ejercicios realizados en casa.
Como guía de numerosos grupos y acompañando a gran número de mujeres diagnosticadas, puedo afirmar que el proceso de aprendizaje (conectado a mi propia práctica y experiencia personal transitando un cáncer de mama) me permite afirmar que el Mindfulness funciona.
Los testimonios de las personas que han asistido a las comunidades y grupos de 8 semanas guiados por mi han coincidido que a mitad del curso se empieza a advertir que la práctica se convierte en un punto de apoyo que ayuda en momentos difíciles.
Procesos de cáncer: hábitos, filosofía y estilos de vida.
Es importante buscar apoyo
Buscar apoyo cuando te diagnostican un cáncer es primordial. El apoyo emocional te permite generar un espacio de confianza donde manifestar tus miedos, tus iras, tus enfados, tus tristezas…aprender a como lidiar con tus sentimientos, emociones y pensamientos y también compartir cómo son sentidas por tus allegados y familiares (que también forman parte del sistema y han de gestionar tu diagnostico y los cambios de vida que comporta).
Puedes recibir asesoramiento de un coach profesional o de un terapeuta. Si es experto en Mindfulness podrá poner a tu disposición herramientas para que puedas cambiar tu actitud durante todo tu tratamiento.
Si eres mujer diagnosticada de cáncer de mama está en tus manos relacionarte con la enfermedad desde un lugar que no implique “batalla” o “lucha”. Sino todo lo contrario, inicias un viaje en dónde la comprensión de lo que te está pasando, obliga a tomar conciencia de que te has de convertir en especialista de tu enfermedad y concentrarte en vivir activando los cambios necesarios, eligiendo la actitud, reorganizando tus prioridades.
Y recuerda, que el cáncer se convierta en un viaje y no en una crisis.
La información proporcionada en cultivarsalud.com ha sido planteada para apoyar, no reemplazar, la relación que existe entre un paciente/visitante de este sitio web y su médico
Índice de contenidos