El aceite esencial de lavanda bio es uno de los botánicos más populares y versátiles del mundo.
El aceite de lavanda ha sido un pilar polivalente de la aromaterapia y la medicina basada en plantas durante siglos. Los últimos estudios afirman que puede tratar la ansiedad, promover la relajación, calmar la piel inflamada e incluso ayudar a crecer el cabello.
Todo ello, gracias a sus beneficios antiinflamatorios, antifúngicos, bactericidas, antisépticos y analgésicos.
Orígenes del aceite de lavanda
Lavandula angustifolia, más conocida como Lavanda, es una planta perenne que produce uno de los aceites esenciales más utilizados desde hace más de 2500 años.
Crece en climas oceánicos con terreno seco, rocoso y arenoso, por ello, la lavanda se puede encontrar en la región del Mediterráneo, Europa, las Islas Canarias, África, el Medio Oriente y la India.
Se cree que su nombre, Lavanda, se deriva de la palabra latina «lavare», que significa «lavar», ya que tradicionalmente se utilizaba en baños y lavandería debido a sus propiedades aromáticas.
Cuenta con una fragancia calmante que ayuda a equilibrar física y emocionalmente, por ello, se utiliza ampliamente por sus efectos relajantes.
Beneficios del aceite esencial de lavanda
Usado con fines medicinales, se ha descubierto que el aceite esencial de lavanda ayuda a eliminar las bacterias dañinas, aliviar los espasmos musculares, las flatulencias, desinfecta y calma la piel con inflamación (especialmente en picaduras de insectos), promueve la curación de la piel irritada y con cicatrices y ayuda a aliviar la tensión de los músculos cuando se aplica mediante un masaje.
Cuando se utiliza en aromaterapia, ayuda a reducir el estrés al relajar las ondas cerebrales, lo que también se cree que reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés).
Como el cortisol favorece una inmunidad más baja, la lavanda apoyaría al sistema inmunológico al reducir el estrés. Además, se cree que la lavanda ayuda a equilibrar las hormonas, reducir los sentimientos de tensión nerviosa y, acorde con algunas investigaciones, ha funcionado para reducir los sentimientos de depresión en algunas personas.
Asimismo, debido a sus propiedades calmantes y relajantes, puede favorecer el sueño en personas que sufren de insomnio.
Usos del aceite esencial de lavanda
Los usos del aceite esencial de Lavanda son inmensos, desde medicinales y olorosos hasta cosméticos. Actualmente, se puede encontrar en el mercado en multitud de formas que incluyen aceites, lociones, geles, jabones, champús, aerosoles y fabricación de velas.
Cuando se utiliza en aromaterapia, la fragancia se inhala y los receptores de olor del cerebro lo procesan como un elemento calmante, lo que permite que tanto el cerebro como el cuerpo se relajen.
De manera similar, unas pocas gotas extendidas sobre una almohada pueden ayudar a dormir más rápidamente, reduciendo los trastornos del sueño.
Su capacidad para reducir el estrés emocional como la ansiedad y su potencia para aliviar los dolores de cabeza también pueden ser beneficiosos para ayudar a reducir la sensación de mareo y mejorar el estado de ánimo.
Diluido con un aceite portador y utilizado tópicamente, el aceite de lavanda ayuda a hidratar la piel agrietada y envejecida. Sus propiedades antisépticas y antifúngicas pueden ayudar a reducir la picazón y la hinchazón causadas por las picaduras de insectos.
Conocido por sus propiedades antimicrobianas, proporciona un alivio calmante en quemaduras y cortes menores.
Además, ayuda a restaurar la tez y, gracias a sus propiedades antioxidantes, mejora la apariencia de la piel en los casos de eczema y psoriasis. En el cuidado del cabello, se sabe que la lavanda es un antiséptico que elimina eficazmente los piojos, las liendres y la caspa cuando se frota en el cuero cabelludo suavemente.
Aplicado en spray, la Lavanda actúa como un perfume natural y un ambientador no tóxico que crea un ambiente relajante, especialmente para el dormitorio.
¿Cómo se extrae el aceite esencial de lavanda?
La destilación es un paso crucial que determina la calidad del aceite. La presión, las temperaturas aplicadas durante el proceso e incluso la forma en la que se ha cultivado la planta determinan la estructura molecular del aceite y sus beneficios.
El aceite esencial de la más alta calidad se deriva de la destilación al vapor solo de las flores frescas de lavanda y de ninguna otra parte de la planta.
Por ello, a la hora de comprar un aceite de lavanda es importante considerar el proceso completo de producción, desde la cosecha en el campo hasta el embotellado del producto final.
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