Si tienes gota, probablemente estés familiarizado con el dolor debilitante y la hinchazón que acompaña a los brotes. Estos brotes pueden ocurrir con poca o ninguna advertencia y pueden durar días o semanas. Afortunadamente, algunas modificaciones simples en el estilo de vida y la dieta pueden ayudar a reducir la frecuencia y la duración de los dolorosos episodios de gota.
Sigue leyendo para obtener más información sobre las causas y los factores de riesgo de esta enfermedad, así como algunas estrategias para prevenir futuros ataques de gota.
¿Qué es la gota?
Se trata de un tipo de artritis inflamatoria que causa dolor, enrojecimiento e hinchazón en las articulaciones, especialmente en los dedos gordos de los pies. Los brotes de gota son intermitentes y pueden durar de una a dos semanas antes de resolverse. Ocurren cuando se acumulan altos niveles de urato (ácido úrico) en la sangre, una condición conocida como hiperuricemia, lo que hace que el cuerpo forme cristales en forma de aguja en la articulación o articulaciones afectadas.
Los altos niveles de ácido úrico se acumulan cuando el cuerpo produce demasiado ácido de este tipo o cuando no puede eliminarlo de manera eficiente a través de la orina. Aunque los niveles altos de ácido úrico sérico son indicativos de gota, muchas personas pueden presentar niveles elevados sin llegar a desarrollar la afección.
Además de las articulaciones, la gota también puede afectar las bursas, los sacos en forma de cojín entre los huesos y los tejidos blandos, y las vainas de los tendones, es decir, las membranas que los rodean. Los altos niveles de ácido úrico asociados con la gota también pueden contribuir a la formación de cálculos renales e incluso provocar daño renal.
Síntomas de gota
Los brotes de gota se presentan con mayor frecuencia con dolor, hinchazón y enrojecimiento de las articulaciones afectadas. Los signos y síntomas de la gota incluyen:
- Picazón.
- Enrojecimiento.
- Sensibilidad a la presión.
- Dolor intenso y agudo.
- Hinchazón.
- Sensibilidad en la zona.
¿Qué causa la gota?
Generalmente es causada por una acumulación de niveles de ácido úrico en el torrente sanguíneo. El ácido úrico es un producto de desecho de sustancias conocidas como purinas, que son componentes del ácido nucleico, un componente esencial del cuerpo. Ciertos factores modificables y no modificables pueden dejarlo más susceptible a desarrollar gota. Los factores de riesgo pueden ser los siguientes:
- Consumo de alcohol.
- Enfermedad renal crónica.
- Consumo de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa (que se encuentra en refrescos y otras bebidas azucaradas).
- Antecedentes familiares de gota.
- Alta presión sanguínea.
- Altos niveles de urato.
- Dieta rica en purinas.
- Edad avanzada.
- Síndrome metabólico.
- Obesidad o sobrepeso.
- Cabe señalar que los hombres son más propensos a desarrollar gota.
Por otra parte, debes saber que algunos medicamentos pueden aumentar el riesgo de desarrollar gota:
- Diuréticos (para la presión arterial).
- Aspirina en dosis bajas.
- Ciclosporina (inmunosupresor utilizado por personas que tienen ciertas enfermedades autoinmunes o han recibido trasplantes de órganos).
4 etapas de la gota
Estamos ante una enfermedad que tiene varias etapas de gravedad progresiva. A continuación, conoce los diferentes tipos de gota y sus procesos:
1. Hiperuricemia asintomática
Ocurre en personas con niveles altos de ácido úrico en suero sin síntomas externos de gota, como artritis gotosa o cálculos renales. Tener hiperuricemia asintomática puede ser un indicativo de la gota. Como medida de precaución, un profesional de la salud puede recomendar modificaciones en tu dieta o estilo de vida para abordar las causas subyacentes de la hiperuricemia.
2. Gota aguda
Es la aparición repentina de dolor, enrojecimiento, hinchazón y rango de movimiento limitado de la articulación. Aproximadamente el 90% de los primeros ataques de gota aguda ocurren en una sola articulación, y más del 50% de los casos ocurren en la primera articulación del dedo gordo del pie, una condición conocida como podagra. Aunque es menos común, la articulación inicial afectada por la gota aguda puede afectar el empeine, el tobillo, la rodilla, la muñeca y los dedos.
3. Gota intercrítica
Describe la etapa libre de síntomas que sigue a la recuperación de la gota aguda. Es común que los profesionales de la salud evalúen las causas secundarias de la hiperuricemia y recomienden modificaciones en la dieta y el estilo de vida durante esta etapa. Un profesional de la salud puede evaluar cualquier medicamento (como los diuréticos) que estés tomando, ya que estos podrían empeorar los síntomas. Por ello, es importante no realizar cambios en la medicación a menos que te lo indique el médico.
4. Gota tofácea crónica
En este caso, ocurre cuando la gota no se controla adecuadamente o no se trata, es un caso más debilitante y doloroso. En esta etapa, las articulaciones y los riñones pueden sufrir daños permanentes. El tiempo entre el ataque de gota inicial y la gota tofácea crónica puede variar, con un promedio de 11,6 años.
Cómo prevenir la gota y cómo mejorar los síntomas
Seguir una dieta saludable, minimizar las purinas, mantenerte activo y beber mucha agua se encuentran entre las estrategias más efectivas para prevenir los ataques de gota.
- Minimiza el consumo de purinas
Ciertos estudios han demostrado que las fuentes animales de purinas, como las carnes rojas, tienen más probabilidades de desencadenar un ataque de gota. Las fuentes dietéticas de purinas incluyen:
- Bebidas alcohólicas.
- Pescados y mariscos.
- Carne.
- Extractos de carne y salsas.
Además, las purinas se encuentran en algunos alimentos de origen vegetal, como los espárragos, las alubias, las legumbres, los champiñones, la avena y las espinacas. De todos modos, estos alimentos tienen cantidades más bajas de purinas y es menos probable que provoquen un ataque de gota.
- Sigue una dieta mediterránea
Seguir una dieta saludable puede ayudar a prevenir o mitigar los síntomas de la gota. La dieta mediterránea es rica en vitaminas, minerales y antioxidantes gracias a la abundancia de frutas, verduras, frutos secos, semillas, cereales integrales y legumbres. Este patrón dietético que promueve la salud también es naturalmente bajo en purinas, lo que contribuye a reducir el ácido úrico sérico hasta en un 15%, según algunas investigaciones.
- Consumir alimentos que ayuden a disminuir los niveles de ácido úrico
Se sabe que algunos alimentos y bebidas reducen los niveles séricos de ácido úrico, lo que puede ayudar a controlar los síntomas de la gota. Por ejemplo:
- Apio.
- Cerezas.
- Café.
- Extracto de té verde.
- Productos lácteos bajos en grasa.
- Frutos secos y semillas.
- Reducir el consumo de alcohol
Las investigaciones demuestran que existe una relación dosis-respuesta significativa entre el consumo de alcohol y la aparición de ataques de gota, lo que significa que cuanto más alcohol consumas, mayor será el riesgo de experimentar ataques de gota recurrentes. Un estudio señaló que la probabilidad de sufrir ataques de gota recurrentes es 1,36 veces mayor cuando se consume una o dos bebidas alcohólicas al día. Asimismo, puede ser 1,5 veces mayor cuando se toman entre dos y cuatro bebidas de este tipo en un período de 24 horas, en comparación con no consumir alcohol durante el día.
- Mantente hidratado
Se ha demostrado que la deshidratación aumenta los niveles séricos de ácido úrico, lo que desencadena síntomas de gota. Por lo tanto, es fundamental mantenerse hidratado, bebiendo mucha agua a lo largo del día, especialmente durante y después del ejercicio o la transpiración excesiva. Un estudio señaló que el consumo entre 1250 ml y 2000 ml de agua al día puede ayudar a disminuir los ataques de gota recurrentes.
- Practica ejercicio regularmente
Se ha demostrado que la actividad física reduce el riesgo de desarrollar gota. En un estudio en el que participaron corredores masculinos, el riesgo de gota fue 16 veces mayor para los hombres con un índice de masa corporal (IMC) superior a 27,5 kg/m2 (sobrepeso) que para un IMC inferior a 20 kg/m2 (saludables). Otro estudio publicado en 2020 concluyó que las personas con gota que realizan actividad física moderada con regularidad tienen significativamente menos brotes de gota por año, así como niveles reducidos de proteína C reactiva (PCR) (un marcador de inflamación) y menos dolor puntuaciones en comparación con las personas que no son físicamente activas.
Se recomienda realizar diversas formas de ejercicio de bajo a moderado durante los períodos libres de síntomas. Esto incluye caminar, andar en bicicleta, nadar y levantar pesas.
- Descansa tus articulaciones
Cuando aparece un brote de gota, lo mejor es descansar las articulaciones afectadas. Es recomendable mantener elevadas las áreas afectadas usando una almohada o un taburete para ayudar a reducir la presión y aliviar el dolor.1 La aplicación de compresas frías en las articulaciones afectadas también puede ayudar a reducir el dolor asociado con la gota.
- Considera la suplementación con vitamina C
La investigación demuestra que la vitamina C suplementaria se asocia con una reducción de la hiperuricemia. Se cree que esta vitamina ayuda a reducir la cantidad de ácido úrico sérico al mejorar la excreción de ácido úrico y aumentar la tasa de filtración glomerular, la tasa a la que los riñones eliminan los desechos y el exceso de líquido de la sangre.
Conclusión
La gota es una condición inflamatoria dolorosa que afecta una o más articulaciones, particularmente en los dedos gordos de los pies. Es importante prevenir los ataques de gota antes de que comiencen, esto se puede atajar siguiendo una dieta saludable, minimizando los alimentos ricos en purinas (carne y mariscos), bebiendo mucha agua todos los días y manteniéndote activo.
Por último, si eres un paciente con gota, debes consultar en primer lugar con tu profesional de la salud para obtener orientación y un plan de tratamiento personalizado.
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