La fragancia y los perfumes en los cosméticos sigue siendo un tema muy debatido, no solo en el mundo del cuidado facial natural o ecológico, sino también en el sector de la belleza en general.
Si bien los perfumes en los cosméticos, el olor o la fragancia de algunas cremas es uno de sus principales incentivos a la hora de comprarlos, algunas personas pueden desarrollar sensibilidad y causar irritaciones realmente importantes en la piel.
Los perfumes en los cosméticos pueden ser artificiales, elaborados con ingredientes sintéticos, o naturales como los aceites esenciales.
La piel con una alta sensibilidad o simplemente la piel irritable en general, puede agravarse incluso con los agentes hidratantes más naturales y puros como los aceites esenciales.
No todas las personas cuentan con sensibilidad, pero especialmente aquellos tipos de piel propensos al eccema, enrojecimiento o imperfecciones deben probar algunas alternativas para el cuidado de la piel que no contengan ni fragancias artificiales, ni naturales.
Asimismo, a la hora de escoger un cosmético es importante mirar siempre el listado de los ingredientes y recordar que el ingrediente principal es el primero y el resto de los ingredientes se ordenan en función de la cantidad. Siempre será mejor opción optar por cosmética natural.
Por ello, para optar por un cosmético seguro para las personas sensibles, el ingrediente “parfum” debería aparecer de los últimos componentes en la lista.
Por qué es tan importante la fragancia
Los champús, los polvos para la ropa, los perfumes, los ambientadores y las velas tienen una cosa en común: todos contienen fragancias.
Si bien existen fragancias de origen natural, la mayoría de las veces los perfumes en los cosméticos y/o productos de limpieza, son una mezcla de productos químicos sintéticos donde algunos cuentan con propiedades preocupantes y peligrosas.
Muchos productos enumeran «fragancia» en la etiqueta, pero muy pocos nombran los ingredientes específicos que componen un “perfume». Esta falta de divulgación impide que los consumidores conozcan la lista completa de ingredientes de los productos.
Si bien la mayoría de las sustancias químicas de las fragancias no se divulgan por motivos de confidencialidad, se sabe que algunas están relacionadas con problemas de salud graves como la toxicidad reproductiva, alergias y sensibilidades.
Actualmente, se pueden encontrar fragancias en todas partes, no solo en el hogar o productos de cuidado personal, también en el lugar de trabajo, la escuela, los hospitales e, incluso, en el transporte público.
El problema de las fragancias
Se utilizan más de 2500 ingredientes químicos en la fabricación de fragancias y un solo perfume puede contar con cientos o más de dichos ingredientes.
Las fragancias sintéticas se derivan de productos petroquímicos económicos y son las propiedades de esos productos químicos sintéticos los que se consideran peligrosos.
Asimismo, es frecuente encontrar ingredientes como los ftalatos en las fragancias que pueden mejorar o dar un efecto duradero a un perfume. Los ftalatos son una familia de productos químicos que la Unión Europea ha incluido en la lista de posibles disruptores endocrinos.
Desde la comisión europea indican que los disruptores endocrinos son sustancias que interfieren con los sistemas hormonales naturales y los efectos sobre la salud se pueden sentir mucho después de que la exposición haya cesado. La exposición a disruptores endocrinos en el útero puede tener efectos de por vida e incluso puede tener consecuencias para la próxima generación.
Además, un estudio de 2016 realizado a través de encuentas, evaluó los efectos sobre la salud de las fragancias. Encontró que el 99,1% de los participantes están expuestos a productos perfumados al menos una vez a la semana por su propio uso, el uso de otros o ambos.
Los participantes también informaron de una extensa lista de efectos sobre la salud experimentados cuando se exponen a fragancias que van desde migrañas y asma hasta problemas gastrointestinales y cardiovasculares.
Los hallazgos mostraron que un alto porcentaje de los participantes no conocían los productos químicos incluidos en las fragancias y no seguirían usando un producto con fragancia si hubieran sabido previamente que emitía contaminantes.
Sensibilidad a la fragancia
Si bien no existe una prueba de diagnóstico para detectar la sensibilidad a las fragancias, sí que está relacionado con diferentes consecuencias como la tos, estornudos, tirantez en la garganta o un ataque de asma, incluso las migrañas y las náuseas.
También se sabe que las fragancias de los productos de cuidado personal y los cosméticos provocan irritación en la piel o lagrimeo en los ojos e inflamación.
Para evitar la irritación de los productos químicos sintéticos, existen aceites esenciales en perfumes y productos de cuidado personal que ofrecen una excelente alternativa a las fragancias o perfumes artificiales.
Steinemann A. Fragranced consumer products: exposures and effects from emissions. Air Quality, Atmosphere & Health. 2016:1-6.
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