La práctica del yoga es conocida por su capacidad para nutrir desde nuestro cuerpo físico hasta nuestra parte más espiritual. Dentro del amplio abanico de posturas y técnicas que dicha disciplina ofrece, existe una en particular que destaca por su poderosa capacidad para inducir la relajación profunda y la restauración, Savasana. Esta asana, conocida como la “postura del cadáver,” es mucho más que un simple descanso al final de una sesión. En este artículo, te explicaremos qué es Savasana, su origen histórico y cultural, para qué sirve y cómo realizarla de manera efectiva. Si estás buscando una forma de encontrar paz interior, reducir el estrés y mejorar tu bienestar en general, sigue leyendo.
¿Qué significa savasana?
Savasana, conocida como la “postura del cadáver”, es una práctica de relajación profundamente beneficiosa que se realiza al final de una sesión de yoga, o en cualquier otro momento donde busquemos tranquilizarnos. La palabra «Savasana» proviene del sánscrito, donde «Sava» significa “cadáver” y «asana» se refiere a «postura».
Origen
La postura Savasana es un reflejo de la rica tradición del yoga clásico, que se originó hace miles de años en la India. En esta tradición, se otorga una gran importancia a la relajación y la desconexión del estrés diario como parte integral del bienestar físico y mental. La postura Savasana se logró convertir en un componente fundamental de esta tradición, ya que encarna la esencia misma del yoga. Es decir, enfocarse pura y exclusivamente en la conexión y el bienestar como un todo.
¿Para qué sirve?
Savasana, más allá de ser una simple asana de relajación, cumple varios propósitos esenciales en la práctica, por ejemplo:
Reducción del estrés y la ansiedad
Al liberar la tensión acumulada en los músculos y fomentar la respiración consciente, esta postura es un remedio efectivo para combatir el estrés y la ansiedad.
Mejora de la calidad del sueño
Practicar Savasana de manera regular tiene un impacto positivo en la calidad del sueño. Al reducir el estrés y la agitación mental, esta postura prepara el cuerpo y la mente para un sueño más reparador y profundo.
Aumento de la conciencia corporal
Durante dicha asana, se fomenta una profunda atención al cuerpo. Quienes la realizan toman conciencia de las diferentes partes de su cuerpo, sienten la conexión con el suelo y observan la respiración.
Promoción de la recuperación muscular
Después de una sesión intensa de yoga o ejercicio físico, Savasana es esencial para permitir que los músculos se recuperen. Al liberar la tensión muscular y facilitar la circulación sanguínea, esta postura acelera la recuperación y reduce la probabilidad de lesiones relacionadas con el ejercicio.
Espacio para la meditación y la restauración
Savasana ofrece un espacio propicio para la meditación y la restauración mental. Al liberar la mente de pensamientos intrusivos y preocupaciones, los practicantes logran sumergirse en un estado de profunda meditación, lo que aporta claridad mental y rejuvenecimiento.
Paso a Paso: realiza la postura
Para experimentar plenamente los beneficios de Savasana, es importante realizar la postura de manera adecuada. Es por eso que hemos creado para ti un paso a paso:
- Busca un lugar tranquilo y coloca una esterilla o colchoneta de yoga en el suelo. Asegúrate de que estés abrigado, ya que el cuerpo tiende a enfriarse durante Savasana.
- Acuéstate boca arriba en la esterilla, con las piernas ligeramente separadas y los brazos extendidos a los lados del cuerpo. Las palmas de las manos deben estar hacia arriba.
- Cierra suavemente los ojos y concentra tu atención en relajar cada parte de tu cuerpo, comenzando por los dedos de los pies y avanzando hacia arriba. Siente cómo la tensión se disipa con cada respiración.
- Enfoca tu mente en la respiración. Realiza respiraciones profundas y conscientes, sintiendo cómo el abdomen se eleva y se contrae con cada inhalación y exhalación. La respiración lenta y pausada promueve la relajación.
- Permanece en esta posición durante al menos 5-10 minutos, aunque puedes prolongar el tiempo según tu preferencia.
Consejos para realizarla
Aunque Savasana sea una postura relativamente sencilla y no suponga grandes exigencias al cuerpo, hay algunos puntos que son importantes y debes considerar. Es decir:
- Busca un entorno silencioso y libre de distracciones para realizar Savasana. Escoger un lugar sereno te permitirá concentrarte completamente en la relajación y la tranquilidad.
- Para mayor comodidad, siempre coloca una esterilla o colchoneta de yoga en el suelo. Esto proporcionará un soporte adecuado para tu espalda y te ayudará a evitar posibles molestias.
- Durante Savasana, el cuerpo suele enfriarse, por lo que es esencial que te mantengas abrigado o tengas a mano alguna manta/toalla para ponerte por encima.
- Cierra suavemente los ojos para eliminar estímulos visuales y dirigir tu atención hacia el interior. Esto te ayudará a desconectar de la estimulación externa y enfocarte en la relajación.
- Relájate por etapas, comienza desde los dedos de los pies y avanza gradualmente hacia arriba, conscientemente relajando cada parte de tu cuerpo.
- Es muy, muy importante que concentres tu atención en la respiración.
- Al igual que con cualquier práctica de yoga para la ansiedad, la regularidad es clave para experimentar los beneficios completos de Savasana. Dedícale tiempo a esta postura en cada sesión de yoga para cosechar sus beneficios de manera consistente.
Otras posturas de relajación
Además de Savasana, el yoga ofrece una variedad de otras asanas de relajación que pueden contribuir a la calma y la serenidad. Algunas de estas posturas incluyen:
Postura del niño (Balasana)
En esta postura del niño , te arrodillas en el suelo y te inclinas hacia adelante, extendiendo los brazos hacia el frente y apoyando la frente en el suelo. La Balasana es excelente para estirar la espalda, los hombros y relajar la mente.
Postura de la montaña (Tadasana)
Tadasana es una asana de pie en la que te mantienes en posición vertical, con los pies juntos y los brazos a los lados del cuerpo. Esta postura promueve una sensación de enraizamiento y equilibrio.
Postura del cadáver reclinado (Supta Baddha Konasana)
En esta postura, te acuestas boca arriba con las plantas de los pies juntas y las rodillas hacia los lados. Es ideal para estirar y relajar la parte inferior del cuerpo, al tiempo que fomenta la apertura del pecho.
Postura del gato-vaca (Marjaryasana-Bitilasana)
Esta secuencia de dos asanas se realiza en posición de cuatro patas. En la asana del gato (Marjaryasana), arqueas la espalda hacia arriba mientras exhalas, y en la postura de la vaca (Bitilasana), curvas la espalda hacia abajo al inhalar. Esta secuencia ayuda a mejorar la flexibilidad de la columna vertebral y alivia la tensión en la espalda y los hombros. Además, fomenta una conexión entre la respiración y el movimiento, lo que contribuye a la relajación y alivio del estrés.
Postura de la diosa (Utkata Konasana)
En esta postura, separas los pies más allá del ancho de las caderas y giras los pies hacia afuera, mientras doblas las rodillas y bajas las caderas hacia el suelo. Los brazos pueden estar extendidos hacia los lados o en un gesto de oración. La asana de la diosa ayuda a fortalecer las piernas y a abrir la cadera, e invita a encontrar tu fuerza interior y tu conexión con la feminidad.
Te invito a leer sobre otras posturas, como por ejemplo: la postura sirsasana, la postura de la guirnalda, la postura del cuervo, entre otras. Ingresa a ver el contenido
Conclusión
En resumen, al adoptar la postura del cadáver, los practicantes experimentan una profunda sensación de paz, lo que se traduce en una mejora del sueño, la reducción del estrés y la ansiedad, y una mayor conciencia corporal. Con este artículo, tienes toda la información necesaria para comenzar a practicar esta postura y otras 5 más, que te ayudarán a mejorar la calidad de vida. En última instancia, Savasana es una valiosa herramienta para encontrar equilibrio y bienestar, brindando una relajación profunda y restauradora. Aprovecha estos beneficios y descubre cómo esta práctica logra enriquecer tu rutina, seas practicante regular o no de yoga.
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