Reiki, una técnica de canalización de energía al alcance de todos.
¿Qué es el reiki?
Reiki es una palabra sánscrita que significa REI, energía universal y KI, energía vital.
Es una técnica de canalización y transmisión de energía vital a través de la imposición de manos, que se utiliza para obtener paz y equilibrio en todos los niveles.
Reiki es una técnica japonesa, inmediata y natural, que, con tus propias manos, te permite reequilibrarte y recuperar el bienestar físico y mental. Es tan simple que cualquiera puede aprenderlo en un fin de semana, incluso los niños.
Reiki, sencillo y eficaz
Más concretamente, el Reiki es una técnica sencilla y eficaz para la reducción del estrés, la relajación y la restauración de la salud psicofísica mediante el uso de la llamada «energía universal«, que es la energía que impregna el universo y constituye el «ladrillo» fundamental de todo cosa viva o inanimada, como bien ha descrito la física moderna.
Reiki, práctica
La práctica del Reiki se basa en un emisor que, a través de sus manos transmite Reiki (energía vital) a un receptor que puede ser él mismo u otra persona (presente o no en el espacio-tiempo), con el fin de paliar o eliminar molestias y enfermedades. No obstante, dado que Reiki es una energía universal los tratamientos también pueden dirigirse a otros seres vivos como animales, plantas o situaciones.
Reiki, eficacia comprobada
Numerosos testimonios subrayan los beneficios que se pueden obtener recibiendo tratamientos o aprendiendo la técnica para practicar de forma independiente junto con los ahora numerosos estudios científicos.
Reiki, niveles de aprendizaje
Esta técnica desde sus orígenes se organiza en varios NIVELES, sin embargo el primer nivel es el fundamental. Posteriormente se puede hacer un segundo, tercer nivel, además de un curso de docencia, también conocido como Maestría.
La energía mencionada anteriormente no es la del operador, sino que está fuera de él y se canaliza (a través de los canales que todos tenemos, y que son bien conocidos por quienes practican la acupuntura o Shiatsu), por los brazos y hasta las manos, tanto si la persona se está dando energía a sí mismo (apoyando las manos sobre él mismo) o a otra persona.
En la práctica, el reikista es como un hilo de luz, y cuando está haciendo Reiki, está conectado con la fuente primaria de energía (la red eléctrica …), a la que puede acceder cuando quiera y obtener las cantidades necesarias, dejando que la energía fluya suavemente dentro de él mismo para salir a través de sus manos.
Por lo tanto, las habilidades personales no son necesarias a diferencia de la pranoterapia, (término sánscrito que significa»aliento vital«, «energía vital o Qí«; es una disciplina estrechamente relacionada con las filosofías de la medicina hindú y la filosofía de la medicina tradicional china, que prestan especial atención a la energía vital del cuerpo), todos tenemos el «sistema eléctrico», solo necesitas conectarlo a la fuente.
El electricista que hará la conexión es el profesor de Reiki, mediante una técnica especial de Reiki aplicada a cada alumno de forma individual: este momento se denomina de varias formas, por ejemplo «activación», y a partir de ese momento la energía fluye a través del alumno, que aprende a ponerla en marcha y a utilizarla.
Reiki atiende a una serie de características
- El terapeuta no da su energía, es canal de una energía externa a la que llamamos Energía Universal y Energía Vital. Su práctica No tiene efectos secundarios, ni se puede hacer nada erróneo.
- No puede haber un exceso de energía, el cuerpo solo admite la que necesita.
- No depende de una fe, creencia, filosofía, actitud mental, etc. Es una energía física y al no ser mental es válida para niños, animales, seres vivos o situaciones.
- Lo puede practicar cualquiera. Es abierto a todo el mundo y no requiere ningún don especial ni preparación previa. TODOS tenemos la capacidad, mayor o menor, de canalizar esta Energía Universal. Cuanto más practiques más aumenta tu capacidad como canal. Solo se necesita hacer un curso en el que se te inicia para poder transmitirla.
El reiki a menudo se conoce como una técnica de autocuración, ya que aunque la energía también se puede transmitir a otras personas, el reikista la usa principalmente en sí mismo a través del autotratamiento.
La belleza del Reiki
La belleza del Reiki reside en su versatilidad, en la posibilidad de adaptar sus tiempos y modos a las necesidades, al estilo de vida, y a las diferentes etapas de la existencia, como un regalo para uno mismo.
Por tanto, el Reiki no tiene nada que ver con religiones, sectas y filosofías, sino que es una técnica sencilla que cualquiera puede practicar, y tiene como principales puntos fuertes:
- La extrema sencillez, con la consecuente facilidad de aprendizaje (unas 13 horas de curso, generalmente en un fin de semana o en tres tardes consecutivas)
- La verificación inmediata de sus posibilidades (ya durante el curso la energía comienza a fluir y por lo tanto es posible experimentar inmediatamente sus beneficios);
- La poderosa acción reequilibrante que también se manifiesta a nivel emocional y mental de la persona
- La «delicadeza» (no es un masaje) y la ausencia de contraindicaciones. De hecho, como ya hemos comentado, todos pueden usar Reiki (incluso bebés, niños, mujeres embarazadas, ancianos y enfermos).
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