El paddle yoga, también conocido como SUP yoga, es una práctica innovadora que lleva el yoga para la ansiedad más allá de la esterilla y lo sitúa sobre las tranquilas aguas. Esta fusión de stand-up paddleboarding y yoga promete no solo un entrenamiento integral del cuerpo, sino también una experiencia meditativa en pleno contacto con la naturaleza. Imagina ejecutar tus asanas favoritas mientras flotas en un lago sereno, con el cielo azul como techo y el agua como soporte. En este artículo te explicamos todo sobre esta novedosa disciplina fusión, desde que es hasta cómo practicarlo. ¡Ve sacando tu protector solar porque seguro querrás intentarlo!
¿Qué es el paddle yoga o SUP yoga?
El SUP Yoga es la práctica de hacer yoga sobre una tabla de paddle surf, una actividad que ha ganado popularidad por combinar el desafío físico con la belleza del entorno acuático. SUP es la abreviatura de ‘Stand Up Paddleboarding’, que requiere que los participantes se paren en una tabla especialmente diseñada y usen un remo para moverse por el agua. Cuando aplicamos los principios y posturas (asanas) del yoga a este escenario, el resultado es una actividad que mejora la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio, al tiempo que ofrece un momento de paz y conexión interior.
Conoce sobre el yoga en la playa, otra variante si quieres aprovechar el sol y el sonido del agua pero no quieres tocar un remo.
Beneficios del paddle yoga
El paddle yoga no es solo una práctica física, es una experiencia enriquecedora que armoniza cuerpo, mente y espíritu, te explicamos sus beneficios en mayor detalle:
Profundización del equilibrio y la estabilidad
La superficie inestable del agua obliga al cuerpo a activar músculos que normalmente no se utilizan en un estudio de yoga. Esta necesidad de adaptarse constantemente al movimiento fomenta una profunda conciencia corporal y mejora la capacidad de equilibrio, no solo físico, puesto que se termina trasladando a la parte emocional.
Fortalecimiento integral del cuerpo
Al realizar asanas sobre una tabla de paddle, el cuerpo activa desde los músculos estabilizadores más pequeños hasta los grupos musculares mayores, lo que resulta en un entrenamiento completo. La resistencia natural del agua añade una dimensión de fuerza, haciendo que dicha actividad sea una forma efectiva de tonificar y fortalecer el cuerpo de manera integral.
Enfoque mental y claridad
El paddle yoga es un acto de meditación en movimiento. La concentración requerida para mantener las posturas en un entorno dinámico promueve una mente enfocada y presente, reduciendo la dispersión mental y aumentando la claridad y la capacidad de concentración en la vida diaria.
Alivio del estrés y la ansiedad
La combinación de estar al aire libre, el suave balanceo del agua y la práctica consciente del yoga crea una experiencia meditativa que reduce significativamente el estrés y la ansiedad. La serenidad del entorno acuático fomenta una sensación de calma y bienestar que logra tener efectos duraderos mucho después de que la sesión haya terminado.
Conexión más profunda con la naturaleza
Practicar yoga en un elemento como el agua refuerza la sensación de unidad con el entorno natural. Esta conexión tiene la capacidad de fomentar una mayor conciencia ambiental y un sentido de responsabilidad hacia la conservación de nuestros ecosistemas acuáticos.
Aumento de la propiocepción y la coordinación
La necesidad de ajustar constantemente el cuerpo al movimiento del agua mejora la propiocepción, que es la conciencia del cuerpo en el espacio. Esto, a su vez, mejora la coordinación y la gracia en la práctica y en las actividades cotidianas.
Mejora de la capacidad cardiovascular
Aunque el paddle yoga es una práctica de bajo impacto, el esfuerzo requerido para mantenerse sobre la tabla y realizar las posturas logra aumentar la frecuencia cardíaca, mejorando la salud cardiovascular con el tiempo.
Flexibilidad mejorada
El agua fría contribuye a la relajación muscular, lo que hace que sea más fácil estirar y mejorar la flexibilidad. Además, la práctica regular ayuda a soltar las tensiones y rigideces del cuerpo, mejorando así la movilidad.
Accesibilidad y adaptabilidad
El paddle yoga es adaptable a diferentes habilidades y niveles de experiencia. Los principiantes pueden encontrar en él una forma divertida y desafiante de introducirse al yoga, mientras que los practicantes avanzados pueden profundizar en su práctica al explorar nuevas dimensiones de equilibrio y concentración.
¿Cómo practicarlo en el agua? 10 Consejos
Practicar paddle yoga en el agua puede parecer intimidante al principio, pero con estos consejos, estarás preparado para empezar:
- Elige el equipo adecuado, asegurándote de tener una tabla de paddle adecuada para yoga, que sea amplia y estable.
- Utiliza un anclaje para evitar que te alejes mientras practicas, especial para tablas de SUP.
- Empieza en aguas tranquilas, calmadas, sin corrientes fuertes ni olas grandes.
- Práctica en un día con poco viento, ya que este es un factor que añade dificultad, sobre todo para los principiantes.
- Calienta antes de subir a la tabla, en tierra, para preparar el cuerpo.
- Comienza con posturas sencillas y básicas para acostumbrarte a la sensación del agua.
- Centra tu mirada en un punto fijo, esto te ayudará a mantener el equilibrio.
- Acepta el movimiento del agua, en lugar de resistirte, mueve tu cuerpo con el vaivén.
- No temas caer, es parte del aprendizaje y es completamente normal.
- Disfruta la experiencia, más allá de la técnica, lo importante es disfrutar la conexión con el agua y la naturaleza.
10 Asanas para realizar
Esta actividad invita a los practicantes a adaptar las asanas tradicionales a la dinámica del agua, promoviendo una experiencia única de equilibrio y concentración. Las siguientes 10 son algunas de las posturas que te recomendamos hacer. Algunas son aptas para todos los niveles, otras están pensadas para practicantes más avanzados:
Tadasana (postura de la montaña)
Esta postura es la base de todas las asanas de pie. De pie sobre la tabla, los pies a la anchura de las caderas, extiende tus brazos hacia el cielo. Permite que esta asana te centre y conecte con el ambiente que te rodea, sintiendo la tabla con tus pies y alineando tu cuerpo con el horizonte.
Vrikshasana (postura del árbol)
Poniendo el peso en un pie, coloca la planta del otro en el muslo interno, manteniendo el equilibrio y la mirada fija en un punto delante de ti. Esta postura cultiva el equilibrio y la estabilidad, esencial en la práctica sobre el agua.
Adho Mukha Svanasana (postura del perro boca abajo)
Desde una posición de cuatro apoyos, eleva tus caderas al aire formando una ‘V’ invertida. Así logras expandir la espalda y estirar los isquiotibiales, al tiempo que la resistencia del agua desafía tu fuerza y resistencia.
Utkatasana (postura de la silla)
Con los pies firmes en la tabla, baja las caderas como si te sentaras en una silla imaginaria. Extiende los brazos hacia adelante para mantener el equilibrio. Esta asana refuerza los muslos y activa el núcleo.
Virabhadrasana II (postura del guerrero II)
Con un pie en la parte delantera de la tabla y el otro en la parte trasera, extiende los brazos en línea con los hombros y flexiona la rodilla delantera. Haciendo esta asana aumentas la concentración mientras abres las caderas y fortaleces las piernas.
Navasana (postura del barco)
Sentado con las rodillas dobladas, inclínate ligeramente hacia atrás y levanta los pies del tablero, extendiendo las piernas y los brazos si es posible. Haciendo esto desafías el núcleo y mejoras el equilibrio.
Setu Bandha Sarvangasana (postura del puente)
Tumbado sobre tu espalda, dobla las rodillas y coloca los pies en la tabla. Eleva las caderas al aire, fortaleciendo la espalda y relajando la mente con el suave balanceo del agua.
Bhujangasana (postura de la cobra)
Acostado boca abajo, coloca las manos debajo de los hombros y eleva el pecho del tablero, abriendo el corazón hacia el horizonte, fortaleciendo la parte baja y los brazos. Así conseguirás realizar la postura de la cobra de manera exitosa.
Sukhasana (postura fácil)
Sentado con las piernas cruzadas sobre la tabla, las manos en las rodillas y la espalda recta, esta postura facilita la meditación y la introspección, conectando la respiración con el ritmo del agua.
Savasana (postura del cadáver)
Acostado en la tabla, deja que tus brazos y piernas se abran y se relajen completamente, cerrando los ojos y permitiendo que el movimiento del agua te meza. Esta postura final invita a la relajación total del cuerpo y la mente, integrando los beneficios de la práctica.
Asanas no mencionadas aquí, son la sadhana pada, la postura del cuervo y malasana, te recomiendo que le eches un vistazo.
Conclusión
El paddle yoga es una práctica que ofrece una oportunidad única para explorar los límites del yoga tradicional mientras se disfruta de un entorno pacífico y revitalizante. No solo desafía nuestro cuerpo de maneras nuevas y emocionantes, sino que también nutre nuestra mente con su serenidad inherente. Si buscas una manera de revitalizar tu rutina de yoga o simplemente quieres encontrar una nueva forma de conectarte con la naturaleza, el paddle yoga podría ser la experiencia perfecta para ti. Así que toma tu tabla, encuentra tu equilibrio y deja que el flujo del agua guíe tu práctica hacia la tranquilidad.
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