Cómo cuidar de la dermatitis naturalmente
La piel es un sistema complejo lleno de terminaciones nerviosas, glándulas y células que trabajan las 24 horas para proteger el cuerpo. Este gran órgano no solo es importante para la creación de identidad, sino que también actúa como una barrera protectora y como una vía de eliminación.
La piel siempre intenta funcionar de la mejor manera posible, pero a veces no se puede evitar que reaccione ante algún compuesto.
¿Qué es la dermatitis?
La dermatitis es un trastorno inflamatorio de la piel y una de las afecciones más comunes. En pocas palabras, la dermatitis es una inflamación de la piel, que puede aparecer como manchas rojas con picazón, sequedad, caspa y descamación, hasta ampollas, erupciones e incluso lesiones similares a costras.
Algunos aceites e ingredientes naturales como el aceite de caléndula, hidrolato de manzanilla o el gel del aloe vera pueden ser muy beneficiosos a la hora de tratar la dermatitis.
Entendiendo la inflamación. Tipos de dermatitis.
La inflamación es la respuesta del sistema inmunitario a una irritación externa y un intento de del cuerpo de curarse. Caracterizada por enrojecimiento, hinchazón, calor y dolor excesivos, la dermatitis contiene en consecuencia una serie de afecciones de la piel.
Algunas de las principales causas de la inflamación son: irritación química, reacciones hipersensibles o alérgicas, nuevos medicamentos o un cambio de temperatura.
Sin embargo, cuando la dermatitis se prolonga, es un signo revelador de que hay un problema más profundo.
La dermatitis es un término general para varios tipos de afecciones de la piel. Hay una amplia gama de factores que la hacen problemática y difícil de tratar. En la mayoría de los casos, cada condición se diagnosticará como un tipo específico de dermatitis:
La dermatitis atópica
(Mejor conocida como eccema) se asocia con asma y genética. Se presenta como una erupción roja con picazón que se vuelve agrietada, seca o con costra.
El eccema generalmente se diagnostica desde la infancia y permanece en la edad adulta, momento en el cual la afección es inflamación crónica. Las personas que la padecen saben que los períodos estresantes y la sobreexposición a los alérgenos solo empeorarán las condiciones, por lo que ambos deben mantenerse al mínimo para tratar la dermatitis atópica.
La dermatitis seborreica
Es una afección común en los bebés conocida como «cuna» y en adultos como «caspa». Esta es una reacción inflamatoria, y aunque su causa no está del todo clara, puede ser una reacción a un crecimiento excesivo de hongos.
Tanto los hongos Malassezia, que viven en la piel, como Candida Albicans, que reside en el intestino, contribuyen a una mayor probabilidad de caspa. La forma más efectiva de reducir su presencia y tratar la dermatitis seborreica es matarlos de hambre eliminando el azúcar y la levadura de la dieta.
La dermatitis perioral
Es una erupción facial que genera protuberancias alrededor de la boca y habitualmente se desarrolla en mujeres. Muchos estudios sugieren que esta condición es provocada por un irritante externo de algún tipo, sin embargo, la causa aún se desconoce.
El origen y el tratamiento de cada afección es diferente y, en muchas circunstancias, la gravedad también es un factor decisivo a la hora de buscar un remedio. El único vínculo común es la aparición de inflamación.
Dado que la piel es el órgano más grande y también el más distante de cualquier órgano vital, puede tardar un tiempo en volver a mostrarse radiante. Sin embargo, siguiendo unas pautas se puede mejorar su aspecto de forma natural:
Tratar la dermatitis: Reducir la respuesta inflamatoria en el cuerpo
A la hora de tratar la dermatitis este paso es diferente para cada persona. Lo que podría causar un brote en el cuerpo de uno podría ni siquiera despertar la alarma en otra persona. Sin embargo, los siguientes pasos ayudan a reducir las posibilidades de inflamación:
- Maximizar la ingesta de nutrientes con propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y de cicatrización de heridas.
- Incluir alimentos ricos en nutrientes como el zinc, selenio, vitamina E, vitamina D, hierro, vitamina C y ácidos grasos esenciales omega 3 en la dieta
- Alimentos antiinflamatorios que incluyen pescado de agua fría, linaza molida, nueces, semillas, cúrcuma, verduras y frutas verdes, amarillas y moradas.
- Los alimentos antimicrobianos (bacterias, hongos y virus) para aumentar la ingesta son ajo, chucrut y rábano picante.
Excluir desencadenantes conocidos personalmente
- Alimentos alergénicos comunes: leche de vaca y otros productos lácteos, huevos, trigo, centeno, cebada, maíz, mariscos, plátanos, manzanas, naranjas, tomates, patatas, soja y alimentos que contienen colorantes, sabores y conservantes artificiales.
- Alimentos inductores de histamina: tofu, queso curado, pescado enlatado, salchichas y salami, cítricos, chocolate, fresas y ciertas bebidas alcohólicas como champán, cerveza y vino.
Además, también es importante evitar los productos que contengan azúcar y levadura, especialmente en el caso de la caspa crónica.
Apuesta por productos ecológicos o naturales
Reemplaza los productos agresivos por productos más suaves que apoyen la salud de la piel
El reemplazo de productos sintéticos por cosméticos naturales y puros que contienen ingredientes ecológicos certificados ayuda a excluir una gran cantidad de irritantes. Los aditivos y conservantes químicos son una de las principales causas más conocidas de las reacciones cutáneas.
Algunos ungüentos y cremas pueden aliviar la afección dérmica a corto plazo. Sin embargo, se deben evitar los jabones fuertes, los detergentes, los productos a base de alcohol, los abrasivos y los humectantes en exceso (especialmente aquellos con una base de vaselina o parafina, miristato de isopropilo o sulfatos en la lista de ingredientes), ya que no proporcionan tratamiento a largo plazo, y algunos ingredientes incluso pueden empeorar ciertas condiciones de la piel.
En cambio, pueden ser útiles ingredientes antiinflamatorios y cicatrizantes más suaves como la manzanilla, la caléndula y el aloe vera.
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